Esos Días

Hay días en que todo pasa normal, si pienso en ti nada me duele, de hecho, todos estos días lo he hecho muy bien, tu recuerdo no me ha dolido ni me ha atormentado en lo absoluto, hasta ese fatídico día…

Vi tu reflejo y supe inmediatamente que eras tú, aunque en ningún momento nos vimos frente a frente, pero me basto para darme cuenta que eras tú. Desde ese instante mi mirada perdió su brillo y la sonrisa que se dibujaba en mi rostro despareció. Y aquí estoy como una tonta perdiendo el tiempo añorándote, deseando que estés junto a mí, desde ese día  me he sentido curiosa en saber como estas, que haces. Sé que no te imaginas que sufro por ti, que sufro el hecho de querer tenerte a mi lado, de volver a vivir aquellos días maravillosos, esos días en  los que fui feliz, sufriendo aun estoy tus mentiras y engaños.

Me muero de deseos por llamarte, por escuchar tu voz y sentir tu cercanía, la calidez de tus besos, lo electrizante de tus caricias. Pero me contengo por miedo. Miedo a que no me respondas el teléfono  y por ende me  sentiré infeliz y miserable. Miedo a quedar en ridículo porque fui yo quien puso un alto a todo. Miedo a quedar expuesta, a que sepas que te llamo porque me muero por ti, miedo a que uses eso como excusa para jugar conmigo, pasar solo un momento intenso  y desaparecerte por semanas, para después sorprenderme con tu presencia.

No te niego que de vez en cuando siento ganas de llorar, llorar porque sé que no volverás y si volvieras las cosas no serian igual que antes. Deseos de llorar por lo estúpida que soy por todavía creer que regresarás.

Al tiempo y al espacio que me ayuden con esta carga que no soporto, imploro que me ayuden a olvidarte, arrancarte de mí de una buena vez por todas, y cuando te vea no sentir nada, ni temor, ni angustia,  ni ansias, ni una pizca de deseo por ti.

Siento tantas ganas de decirte que te amo, de abrirme a ti, de que conozcas mis verdaderos sentimientos, mas no lo hago porque sé que no eres merecedor de ello, porque eres un miserable mentiroso egoísta que solo piensa en sí mismo y no en el daño que causa en los demás.

Una vez más imploro al tiempo y al espacio que me ayuden a olvidarte, que me ayuden porque son mis únicos aliados y son los únicos que tienen la cura para tanto dolor y sufrimiento, para tanto llanto imparable.

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